Repartir 3.500 millones de euros en avalar deuda de autopistas fantasmas

Ya saben que la sanidad, la educación universitaria, las ayudas a investigadores, el salario de los funcionarios o las ayudas a personas dependientes son cosas prescindibles, lujos innecesarios en los que se embarcó España en la época del boom y que no podemos pagar.

Hay, por el contrario, gastos ineludibles, fundamentales para la estabilidad del país y que nos ayudarán a salir de la crisis. Gastos que no son susceptibles de regatear. Entre éstos, ocupando las prioridades de nuestro Ejecutivo, está repartir 3.500 millones de euros para avalar la deuda y evitar la quiebra de unas autopistas por las que no circulan coches.

Nuño Rodrigo

Los mercados pueden ser irracionales durante más tiempo del que uno puede ser solvente.

 

 

Europa quiere

Europa quiere ocuparse de los jóvenes

Falta un año para las elecciones europeas, y la Unión no cesa de emitir señales de alarma. Un total de 26,5 millones de parados (seis millones de los cuales son jóvenes); ; el sur cada vez más machacado por la recesión y los recortes. La buena noticia es que, después de muchos meses de negación de la realidad —el bienestar hace aguas por todas partes—, algo empieza a moverse en Bruselas y las grandes capitales. El Instituto Berggruen para la Gobernanza convocó el lunes en París, dentro del foro Consejo por el futuro de Europa, a políticos, economistas, editores y directores de periódicos, banqueros, analistas y estudiantes para debatir ideas que saquen a Europa de la parálisis, la división, la falta de legitimidad democrática y el desempleo.